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¿Quieren debatir? Pues, aquí tienen (3)



Más temas para el debate: Empresas socialistas
(3)
Por  Eduardo Correa

         Chávez, antes de morir,  propuso un gran debate público en torno de los grandes temas que debe abordar el país. Y nace la propuesta luego de haber asegurado seis años más de su rol como primer magistrado nacional. Y decíamos en artículos anteriores que la ocasión la pintaban calva –sentido de la oportunidad, según el decir popular- para una discusión sincera y sin tapujos y con el concurso de todos, sin soslayar sector alguno y cediendo los espacios de rigor para ser escuchados. Vano o flaco servicio se haría a la patria si se desdeñara las opiniones de cualquier segmento de la vida pública. Y no debe ser una discusión de sordos y engreídos, sino que por el contrario se tienda la mano y se haga una comunicación que resulte fértil y productiva.   En esta oportunidad tocaremos el tema de las empresas socialistas que existen a nivel nacional y regional. Repasemos, entonces,  brevemente, desde el punto de vista conceptual, qué es una empresa socialista o capitalista, grosso modo.   Toda fábrica capitalista persigue el mismo fin: incrementar la ganancia. El empleado es el medio para lograrlo y su bienestar figura poco o nada entre las metas del empleador.
      En cambio, en una empresa socialista la ganancia no se descarta, pero se concibe como parte del proceso necesario para su crecimiento y sustentabilidad, con un fin distinto al capitalista: mejorar la calidad de vida del trabajador con algo más que un salario. Corresponsabilidad, solidaridad, democracia y unidad de acción son los valores que  caracterizan una empresa socialista. O sea, que las perspectivas de crecimiento  satisfagan las elevadas exigencias de calidad del venezolano.
      ¿Esto está sucediendo con las empresas socialistas que en los últimos años han venido siendo manejadas por los trabajadores? ¿Se cumplen completamente los valores citados?  ¿O  medianamente, si tomamos en cuenta  su reciente data y fundación? ¿Qué información se tiene al respecto y que pueda ser conocida  por el pueblo como tal?  En nuestro caso,  tenemos información que fluye de modo eventual a través de algún trabajador amigo o conocido, pero más claramente se nos ha informado por los medios de comunicación social de su operación y funcionamiento  por intermedio de un artículo de opinión que escribiera el diputado de la Asamblea Nacional, César González, electo por el municipio Araure, quien, de manera general, describió algunos aspectos. Y sostenía el legislador de Portuguesa, en un tono aleccionador y constructivo, que algunas cosas no marchaban bien y debían ser revisadas. Tales como que la gerencia, en el caso de algunas empresas socialistas que funcionan en esta región, si no copiaban al carbón el funcionamiento anterior –cuando regia la administración capitalista- se parecía mucho. De allí que la nueva gerencia se comportaban simplemente como jefes, con todo el mando bajo su control, y los trabajadores más allá, sin conexión con esos mandos y ajenos completamente al lema de la corresponsabilidad, solidaridad, unión y democracia, que hablábamos más arriba en el campo conceptual. Se añadía, además, que producto de esa situación estaban brotando ciertos disgustos en el seno de los trabajadores,  que de no tomarse en cuenta afectarían inevitablemente la armonía necesaria y por ende su producción.  
          
Todo aquello sin desestimar  que no había reuniones periódicas donde se discutiera con los trabajadores organizados la cuestión administrativa, el rol de cada quien, ganancias, salarios y demás aspectos necesarios que lleven a la unidad productiva, social, e incluso afectiva. Tanto así, que se habla de jefes que siguen al pie de la letra lo que tiene que ver con choferes asignados, escoltas, sueldos respetables y contrapuestos completamente con el de la masa laboral. Sin dejar atrás otros privilegios, tal como se acostumbra en las empresas manejadas con conceptos tan opuestos como el capitalista

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