Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2015

Jesucristo cuenta Su Cruxificción (parte una)

Jesucristo cuenta Su Crucifixión   “Fui abandonado por todos los que me amaban” (Parte una) Por Eduardo Correa       ¿Es   sorprendente? Sin lugar a dudas. Y es que conocemos La Pasión de nuestro Señor   a través de los   Evangelios, no obstante, Su mensajera de estos tiempos, la egipcia Vassula Rydén, recibió del propio Jesús su versión. Veamos:                 (9-11-86) -“La paz esté contigo. Estoy aquí. Yo soy Jesucristo. Estoy delante de ti. Soy tu maestro y te amo. El mal fue vencido por Mi Sacrificio. No os durmáis, porque Yo vengo pronto. Yo soy la Revelación. Yo tengo novedades que os harán reflexionar. Háblame de Mi Crucifixión, Vassula”. -“Pero, ¿Qué debo decir? ¿Debo pensar en Tu crucifixión o en todo lo que la precedió? –En lo que pasó antes. Jesús me mostró, entonces, una imagen de la flagelación. –Cuando me flagelaron, Me escupieron y Me dieron tantos y tan violentos golpes en la cabeza, que Me dejaron aturdido. Me dieron patadas en el estómago que

"Me clavaron primero las muñecas..."

“Me clavaron primero las muñecas…”        Jesucristo cuenta Su Crucifixión     (y dos)              Por  Eduardo Correa                 En la primera parte dije que el texto había sido tomado de los libros La Verdadera Vida en Dios, y que los mismos fueron dictados por el propio Jesús a partir de 1985, y la egipcia Vassula Ryden fungió de mensajera. Es pertinente agregar que algunos supuestos conocedores de la sagrada Biblia, en el mundo, dijeron que ya todo había sido dicho y con ello ponían en duda y negaban la veracidad de Los Mensajes. Sin embargo, han sido millones en el planeta quienes los han acogido con beneplácito y regocijo, e incluso miles y miles se han convertido al cristianismo al reconocer en esas palabras al Hacedor. Y a propósito, Jesús acotó en los mismos textos: “No digas que todo lo que Yo tenía que decir, ha sido dicho. ¿Por qué limitarme en vosotros mismos?   Vuelvo, entonces, con el final de la Crucifixión. Y digo yo: “El que tenga ojos q