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"Yo Soy un Refugio para los necesitados"

 “Yo Soy un Refugio para los necesitados”

Dedicado a quienes tienen fe, a quienes dudan y a los apóstatas.



Por Eduardo Correa
“Y he aquí que se levantó una tempestad tan recia en el mar, que las ondas cubrían la barca; más Jesús estaba durmiendo. Y acercándose a él sus discípulos le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. Diceles Jesús: ¿De qué teméis? ¡Oh hombres de poca fe! Entonces, puesto en pie, mando a los vientos y al mar que se apaciguaran, siguióse una gran bonanza. De lo cual asombrados todos los que estaban allí, se decían: ¿Quién es este a quien los vientos y el mar obedecen?” San Mateo, Cap VIII, 24.

       
     Aquellos hombres no estaban convencidos de su fe y por eso dudaron y por eso Jesús les recriminó suavemente. Claro, poco después esos discípulos se convertirían en unos gigantes de su fe y la expandirían por el mundo, como bien se sabe. Bueno, imagínense, tenían a Dios con ellos. Y serían un ejemplo a seguir e imitar. Pero en nuestros tiempos, la apostasía se ha venido apoderando del mundo y son millones los que ha decidido vivir en pecado y por ello, la poca fe que mostraron  al principio esos amigos del Hijo del Hombre, se ha convertido en cosa común entre nosotros. Ojalá cambie.
      
     En el año 1985, Jesús se ha revelado, nuevamente, al mundo y ha escogido como Su mensajera de estos tiempos a la egipcia Vassula Rydén y por instrucciones del propio Hacedor  ha llevado a la humanidad sus palabras convertidas en doce volúmenes que fueron traducidos a más de treinta idiomas. Teólogos, historiadores, expertos, intelectuales, religiosos, entre otros, han testimoniado que las palabras que recibe esta privilegiada mujer son Auténticas y  por tal motivo vienen de lo Alto.
       
     He aquí otro mensaje de Nuestro Señor Jesucristo, dedicado a quienes tienen fe, a los que dudan y tienen confusiones y a los que no creen. Esto sucedió el 19 de junio de 1989, en Friburgo, Suiza:
     
-“Yo Soy. La paz esté con vosotros. Almas muy queridas, sentidme, sentid Mi Presencia… Yo estoy en medio de vosotros. Venid y apartad este velo que pesa gravemente sobre vuestros ojos y miradme en Mi Gloria. Yo sé cuán débiles sois y que a la menor tempestad creada por Mi enemigo os ponéis a temblad y caéis. Pero no desesperéis en estos tiempos de Rebelión, porque Yo el Señor, que soy vuestro Refugio y vuestro Consolador, estoy más cerca de vosotros que nunca”.
     
“Yo soy un Refugio para los necesitados y los desesperados, un Abrigo contra las tempestades provocadas por Mi enemigo, una Fuente Eterna para los que tienen sed, una Sombra para protegeros contra el calor achicharrante de este desierto en el que vivís ahora. Mi Sagrado Corazón está abierto de par en par para acogeros y brindaros descanso. Yo soy el Amor que busca cada corazón para consolarlo y amarlo. Yo soy el Amor que os ama eternamente. ¿Veis? Yo desciendo de Mi Trono Celestial, inclinándome hacia vosotros para elevaros a Mí y alimentar directamente vuestra alma con Mis Reservas del Cielo. Yo vengo a vosotros, mis corderos hambrientos, Yo vengo a reuniros a todos al calor de Mis Brazos. Por amor a vosotros, Yo multiplicaré Mis Gracias sobre todos y resucitaré vuestros muertos con Mi Ardiente Llama de Amor. Yo vengo con Mi Sagrado Corazón en la Mano para ofrecéroslo. ¿Queréis acogerlo?”
     
“Mis bien amados, el Día está próximo cuando toda visión se realizará, toda visión se cumplirá pronto y en vuestra vida. Entonces, abrid vuestros corazones y tratad de comprender por qué Mi Espíritu de Gracia ha sido derramado tan generosamente sobre esta generación. Está próximo el Día en que todas las generaciones serán una, bajo un solo Pastor, alrededor de un solo Tabernáculo; y Yo el Señor seré el Único para ellas. Por tanto, orad, Mis bien amados, orad por esta Unidad para la cual Yo el Señor estoy en plena preparación”.
     
“Ahora vosotros estáis dispersos y vuestras dehesas son estériles. Las lamentaciones de Mi Pastor –Juan Pablo II- se escuchan en todo el Cielo, porque los Caínes han roto su cayado en muchos pedazos; han hecho saltar en astillas la Unidad, para romper la fraternidad entre ellos. Pero el Día de la Gloria de Mi Cuerpo está próximo y ¡qué alegría será esa! Será un día maravilloso y las Heridas que he recibido en la casa de Mis mejores amigos, sanarán. Mi Sagrado Corazón desea hoy el amor en la pureza. Todo lo que necesito es una respuesta de amor. ¿No Me he ofrecido por amor como una ofrenda fragante y en sacrificio? ¿Es demasiado pediros que os abandonéis a Mí? ¿Es demasiado pediros un poco de reconocimiento y una respuesta de amor?”
     
“El Amor desea amor. El Amor tiene sed de amor. El Amor mendiga de vosotros una respuesta de Amor. ¡No os sublevéis contra Mi Ley que es una Ley de Amor! ¡Oh, bien amados, cuánto os amo! ¿Por qué tantos de vosotros han dejado de adorarme? Yo os recuerdo que estoy presente en esta Hora Santa. Rodeado de Mis Serafines y de Mis Querubines, estoy en silencio delante de vosotros. Yo, el Santo de los Santos, os he dado este nombre: Bien amados. Aun cuando hayáis pecado contra Mi, ¡Yo os he perdonado! ¡Vosotros sois Mi simiente!”
     
“¿Os veré en la Hora señalada de Adoración, Mis bien amados? ¿Querréis levantaros y venir a Mí, Yo, que estaré esperando en Mi Tabernáculo? Venid a Mí… venid a Mí… no rechacéis lo que el espíritu os ofrece en estos días. Permaneced en Mi Amor y aceptad Mi Misericordia. Recordad que todo desaparecerá y nada subsistirá, que todo se agotará un día, pero vuestra alma permanecerá por siempre. Yo, el Señor, bendigo a cada uno de vosotros y os doy Mi Paz a fin de podáis darla a los demás

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