Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de junio, 2018

"Recibe de mi parte quince besos . . ."

                             "RECIBE DE MI PARTE QUINCE BESOS" . . .  Sí, quince besos para una princesa de nombre MARIA DEL RÍO, también conocida como PATRICIA YORGELIS, por sus quince hermosas primaveras y los primeros vinieron del Cielo de parte del Padre Creador que bien se sabe nos creó por amor, son una especie de ósculos santos, del latín unculum que significa igualmente caricia divina. También los humanos se manifestaron, obviamente, y llegaron (los besos) desde EEUU, de El PERÚ, de MÉXICO, de VENEZUELA, claro está, los más. La fiesta del beso? Sí, los quince años de Patricia se pueden llamar así: "La fiesta del beso", Qué lindo, no? Fue una linda noche que le depararon sus familiares y amigos, fue una noche espectacular, hermosa y única.  Puede decirse que Maria del Río   se creció en la crisis. No la detuvo nada. Ella se lo mereció y eso es indiscutible. Allí estaban casi todos cual legión de amor para festejar a Patricia en esa noche memorable. 

Cartita a Diego José o a "Eduardo Segundo"

Cartita a Diego José, (También conocido como “Eduardo Segundo”)                               Mi niño querido: En nuestras mentes quedó fijado para siempre aquel día hermoso cuando viniste al mundo, a nuestro mundo ¡cómo olvidarlo! Aunque es oportuno decir que tu venida tuvo algunos antecedentes muy tiernos, y es que tu hermanito Jormy Alejandro desde hace cierto tiempo comenzó a hablar de ti sin siquiera haberte concebido tu mamá, María del Mar. Él decía: "Mamá, ¿tú no crees que ya es tiempo de que yo tenga un hermanito? Y tenía como respuesta: "Quédate tranquilo, Jormito, ya vas a empezar". Y así insistió hasta que un día papá y mamá dijeron si al amor, pero !Bendito sea Dios!, arriba, allá en el cielo, el Padre Creador también dijo: "!Hágase!". Y cuando seas grande tú comprenderás porque ese "Si" venido de lo alto fue decisivo. Y al cabo de unos cuantos meses ya estábamos en el Seguro Social, José Gregorio Hernández, de Acar

Carta a mi Gringo querido o a Ángel Eduardo

Carta a mi Gringo querido:                Querido Gringo: A ti te escribo mi niño y te llamo Gringo, aunque también te conocen como Ángel Eduardo. Quiero recordar en esta nota que cuando naciste anotaste tu primer gol....!Goooolllll...cantaron contentísimos  tu primera gradería que estaba compuesta por tu madre María del Valle, quien ocupó el lugar VIP !claro!, ella te parió... Y después completaban los demás asistentes al partido ¿o al parto? o sea, tu advenimiento al mundo. Y había un observador muy especial que miraba desde arriba, miraba y sonreía viendo aquella alegría colectiva, carreras por allá y carreras por acá gritando que había nacido un niño blanquito y chirriquitico que comenzó llorando y después pellizcando... ¡qué contentos estábamos todos! Ah, pero yo también anoté mi tanto en el gol que fue tu nacimiento... ¡También llevo tu nombre! ¡Eduardo! Por si no lo sabías. Y alguien dijo que parecías un angelito y entonces Gorrin dijo: "Se llamará Ángel Edu

Segunda carta a Jormy Alejandro Correa Rodriguez

Carta a Jormy Alejandro Acarigua, 30 de marzo de 2016                  Mi querido nieto Jormy Alejandro   Esta carta toma hoy forma de letras en el Ordenador y otros instrumentos modernísimos de la comunicación social como la “red de redes” y otros. Pero ya estaba escrita en mi mente y en ella están tejidos unos hermosos sentimientos que tienen tiempo suficiente en mi alma y en mi corazón. Sí, así es, mi nieto querido. Y esa forma que adquiere hoy ya estaba fijada con antelación en diferentes bonitas etapas: la de tu advenimiento divino, tu etapa de bebé bello y chiquitico y luego fuiste creciendo y trayendo alegrías múltiples y diversas a nuestro mundo, al mundo de tus padres, de tus abuelos, de tus primitos, de tus tías, tíos, madrinas   y todo ese entorno bonito que se fue desarrollando en tu derredor. ¡Qué cosas más bonitas y gratas nos han regalado Dios y tú! ¿Cómo pagarle esas hermosas Gracias que nos dio el Creador? Quiero que sepas, nieto mío, que nosotros s

Carta a mi "hija" Patricia Mendosa Correa o María del Río

Carta “a mi hija” Patricia Mendoza Correa Mí querida Patricia o también conocida como María del Río: Cuando naciste fue un día maravilloso e inefable y desde ese momento te convertiste en mi pedacito de Cielo, ese que trajo luz y esplendor a mi vida, y al pasar de los años ese pedacito de Cielo ha ido brillando, creciendo y trayendo alegría indescriptible a mi existencia y a todo lo que me rodea y te digo que jamás dejaré de darle gracias al Creador por darme regalo tan hermoso, tan bello y tan único. Y es por eso que cada minuto, cada hora, cada día y cada año que he vivido   contigo es como un rayo que brilla siempre muy dentro de mí llenando de colores mi derredor y elevando la esperanza en mi quehacer. Ahora que caminas a tu Primera Comunión, ese pedazo de Cielo que eres tú sigue creciendo cada vez más en persona y en acercamiento al Señor, a Dios, tanto así que lo recibirás en la Eucaristía que es Su Cuerpo y Su Sangre ¡Bendito sea Dios! ¡Qué maravilla! ¡Qué hermos

Carta a Jormy Alejandro Correa Rodriguez

Carta a Jormy Alejandro Acarigua, 30 de marzo de 2016 Mi querido nieto Jormy Alejandro Esta carta toma hoy forma de letras y tejen un hermoso sentimiento que ya tiene tiempo suficiente en mi alma y en mi corazón. Sí, así es, mi nieto querido. Y esa forma que adquiere hoy ya estaba fijada con antelación en diferentes bonitas etapas: la de tu advenimiento divino, tu etapa de bebé bello y chiquitico, y luego fuiste creciendo y trayendo alegrías múltiples y diversas a nuestro mundo, al mundo de tus padres, de tus abuelos, de tus primitos, de tus tías, tíos, madrinas   y todo ese entorno bonito que se fue desarrollando en tu entorno y derredor. ¡Qué cosas más bonitas y gratas nos ha regalado Dios y tú! ¿Cómo pagarle esa hermosas Gracia que nos dio el Creador? Quiero que sepas que nosotros siempre estuvimos a tu lado, muy cerca cuando eras chiquito, y me refiero a tu madrina Mirian Caridad y a mi persona, tu abuelo, y lo digo porque claro está que vivías en tu propia c