“Quinientos años después los persiguen
todavía”
Por Eduardo Correa
Y es
que en América estas etnias o lo que queda de ellas, dicho sea con respeto, han
sido sojuzgadas a través de las edades y hoy los grupos sobrevivientes son
perseguidos por las enfermedades, por el hambre y las miserias en general. Y
como si no bastara, los persiguen algunos ignorantes y desconsiderados funcionarios
públicos, contando entre ellos policías y militares. Los Estados y sus Gobiernos,
durante siglos, mantienen una deuda enorme con estos americanos originarios del
norte o del sur o del este y el oeste. Sus niños, sus mujeres y sus hombres,
muchas son las veces que se mueren de mengua en la cara de los gobernantes sin
que haya habido modo de que se alivien, por lo menos, sus penas. En ocasiones
se les ven por las calles de las ciudades, en cualquier parte del Continente,
literalmente pidiendo y haciendo de mendigos, arrinconados como vulgares
delincuentes. Ellos son los parias que una vez fueron despojados de sus tierras
y ahora muchos deambulan buscando sobrevivir. Yacen heridos en su honor,
agredidos y olvidados. Y en la práctica no existen en la ley, y cuando aparecen
legalmente, casi siempre no pasan de estar en esos libros bien guardados en los
estantes de las bibliotecas u oficinas ministeriales. Letra muerta, al igual
que sus esperanzas.
Recordemos cómo los retrató magistralmente
con su canto imperecedero el gran bardo Ali Primera, en una de sus realistas
poesías cantadas, y debo aclarar que las canciones que grabó el gran Ali
Primera, le pertenecen al periodista y poeta venezolano Brígido Marquina: “La
curiara rio abajo, un indio y un guacamayo, cuatro monos y un tucán, se los
comprarán baratos porque en nombre del Estado esa es la ayuda que le dan…”. Y
por último, Gandhi sostenía, que: “Primero te ignoran, luego se burlan de ti,
después te atacan y finalmente tú ganas”. No hay derecho de que ellos
sobrevivan de tal modo siendo tan americanos como el que más.
Comentarios
Publicar un comentario