Hace poco más de un año opinábamos sobre la situación que venía ocurriendo con algunos "intérpretes" de nuestra música autóctona y establecíamos algunos casos en que era evidente la deformación, el mal gusto y lo obsceno de ciertos "temas" que suelen escucharse en eventos musicales criollos y que para colmo de males eran también sonados en la radio. Y nos referíamos, en esa ocasión, a un señor -"de cuyo nombre no quisiera acordarme"- que grabó una mala pieza titulada El gabán gay, al mentado "ñemerito" de Achaguas, a la Alondra del llano, entre otros.
Y puntualizábamos en aquel momento la diferencia con otros tiempos en donde el folclor venezolano era tomado con mucha seriedad por sus ejecutantes y se caracterizaba por el buen gusto, su brillantez y lo aleccionador, en no pocos casos. Y agregábamos, que por eso nuestro acervo cultural más criollo mantenía intactas las figuras legendarias de Juan de los Santos Contreras, Angel Custodio Loyola, José "catire" Carpio, José Romero Bello, Angel Avila, Nelson Morales, Ignacio "indio" Figueredo, entre muchos grandes copleros, compositores, ejecutantes y músicos de nuestro sentir vernáculo.
Pero, los tiempos han cambiado. Y como decíamos en aquel escrito, no dudamos ni comprometemos a las nuevas generaciones de intérpretes y cultores del folclor musical en donde se destaca una nueva camada compuesta por muchos que son muy buenos y prometedores. Más, sin embargo, debemos dejar constancia que siguen apareciendo unos "intrusos" que dejan muy mal parado nuestro gentilicio, nuestras costumbres y esencia nacionalista. Y de ello nos hablaba hace unos días el excelente compositor Joel Hernández, y era clara su honda preocupación ante otra arremetida de los deformadores del folclor y nos comentaba el caso de otro "cultor" que tuvo el coraje de tomar el hermoso arreglo musical de la canción Chubasco llanero y montaba una nueva "letra" en donde relata "los amores con una burra". Imagínense ustedes semejante despropósito. El bello tema, que ya pertenece al pentagrama clásico de nuestro acervo musical, que fuera escrito por el doctor José Grisco, musicalizado por Valentín Carucí e interpretado genialmente por la inolvidable Neida Perdomo, es "echado a perder" por un descarado. Y a mi mente llegaba -durante el diálogo con Joel- cuando en otra oportunidad nos decía con cierto disgusto el criollísimo cantor Jorge Guerrero, que uno de sus arreglos fue tomado como base para "acomodarle" también una grotesca letra en respuesta al tema original. Y agregaba el hijo de Elorza, que además del abuso y la osadía, aquello denotaba una terrible falta de originalidad, sin desestimar el daño que se ocasionaba.
Reparemos ahora, ¿qué es el folclor? Respondamos con un concepto del propio Jorge Guerrero, exteriorizado en uno de sus sabrosos joropos y he aqui un extracto: "Porque una tarde en el Elorza, juré si mal no recuerdo, , poner el folclor en alto, respetarlo y defenderlo, porque para mí el folclor es todo lo que tenemos: llanura, ríos y montañas, selvas y emporios mineros. Folclor es una laguna, el bullicio de un garcero, un corral de vacas mansas y el canto de un becerrero, folclor es el Ave María, el Padre Nuestro y el Credo, folclor es amar a los niños y respetar a los abuelos, tender una mano amiga al humilde pordiosero, folclor son todos toditos los nativos de este suelo...".
Y si alguien interrogara qué para qué sirve el folclor, tendríamos que admitir que para mucho. Veamos estos ejemplos: En el transcurso del siglo XIX algunos países que se encontraban políticamente dominados por potencias extranjeras, vuelven a descubrir su patrimonio folclórico como un factor importante dentro del despertar nacionalista contra el opresor. El kalevala, epopeya popular finlandesa, juega un papel destacado en la formación de una conciencia propia en Finlandia que había sido arrebatada o dominada por el antiguo imperio Ruso.
Asimismo, en Alemania, destrozada por la guerra, el folclor contribuye a que el pueblo tome conciencia y se forme un sentimiento nacional en función de su unión política. En nuestro país no podemos olvidar que el folclor musical jugó un papel estelar en cuanto al despertar y formación de un sentimiento patrio en la Guerra de Independencia, así como en la Guerra Federal. Las figuras de Bolívar, Sucre, Páez, Zamora y otros grandes próceres, aparecen plasmadas y exaltadas en décimas, coplas y corridos. ¿Qué más podemos decir?.
Autor: Eduardo Correa, y publicado en el diario El Regional, de Acarigua, estado Portuguesa, el día domingo 29 de noviembre de 2009.
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