“Mi copa está a punto de desbordarse”
Por Eduardo Correa
El escrito que
os dejo a continuación viene de lo alto. Sí, de lo alto y del cielo mismo.
¿Sorprendente, no? Pues, aunque a algunos les cueste creerlo, así de cierto es.
Dios mismo, Jesús mismo, el Espíritu Santo mismo, han decidido dirigirnos una Carta de Amor a
cada uno de nosotros, solo que Su mensajera directa es la egipcia Vassula
Rydén. Pero el Señor le ha indicado a ella que quite su nombre como
destinataria de origen y que cada persona
ponga el suyo porque es una misiva particular a cada ser humano. El mensaje es
más extenso, debemos advertir, pero leamos este extracto poniendo el corazón, y
de seguro sentirán algo muy profundo. ¿Dios hablándonos en estos años de
apostasía y de rebelión contra Él? ¡Que maravilla! ¡Bendito sea el Creador!
Helo aquí:
Rodas,
03.07.88
“¿Mi Señor?”
-“La paz esté contigo, hija Mía.
Mi ecclesia (Iglesia) vivirá, pero antes de esa renovación sufrirá más todavía.
Aún está al comienzo de sus Tribulaciones. ¡Mira! Observa Mi Copa de Justicia. Vi una
hermosa copa de oro, decorada con piedras preciosas, que estaba hasta el borde.
Creo que moviéndola un poco se hubiera desbordado. -¿Ves qué llena está? Está a
punto de desbordarse. ¡Cuidado! porque una vez que Mi Justicia se derrame caerá
sobre vosotros, Creación, y revelará el anatema profetizado desde hace tiempos.
Os hundiréis en las tinieblas. Yo vendré a vosotros como un ladrón. Os he
estando dando avisos. Os he estado dando señales, para que os mantengáis
vigilantes, pero las estáis rechazando”.
“No estáis
dispuesto a reconocer el Fin de los Tiempos y por más que hago para tratar de
preveniros, vuestra credulidad en Mi es total. Mi advertencia será como una
Purga para convertiros y esto se hará en un esfuerzo de gran compasión y
lástima. ¡Ay de ti, Creación! ¡Ay de vosotros incrédulos, que habéis de
intensificar vuestra incredulidad y volveros todavía más en contra de Mi.
Vuestro espíritu, envuelto en la oscuridad, será arrastrado como por una corriente,
por esa misma oscuridad. ¡Creación! ¡Cuánta pena tengo de ti! ¡Cuánto sufro al
veros perdidos para siempre! ¡Hijitos Míos, en quienes he puesto Mi Aliento
para traeros ala vida, consagrándoos aún antes de nacer, volved a Mi! ¡Mi
Corazón se desgarra, al ver como van a ser arrastrados por esa corriente, a una
oscuridad total y a una condenación eterna!”
“¡Creación! Aunque vuestros
pecados sean tan rojos como la grana, Yo estoy deseando perdonaros. Venid,
venid a Mí, volved a Mí, vuestro Padre. Yo os acogeré y os trataré mil veces
mejor que el padre del hijo pródigo. Volved a Mí, antes de que Mi Copa se
desborde, Volved a Mí antes de que Mi Justicia caiga sobre vosotros, provocando
terribles quemaduras y consumiéndoos a vosotros y a todo lo que tiene vida a
vuestro alrededor. ¡Querréis respirar, pero no inhalaréis sino un viento
sofocante, que os abrazará interiormente, dejándoos como antorchas vivientes! Creación,
comprended cuán inminente está esa Hora, pues, a pesar de que todavía ves los
árboles en flor, mañana no quedará ninguno y seréis cubiertos por el humo de
Satanás, como velo mortal. Comprended que estos desastres y calamidades vienen
sobre vosotros por vuestras malas acciones, vuestra apostasía y vuestra
rebelión contra Mí. Arrepentíos, ahora que todavía es tiempo, ¡convertíos
ahora! Yo estoy dispuesto a perdonaros. Vassula, permíteme servirme de ti. -Sí,
Señor. Que todo se haga según Tu Voluntad. -Compláceme a Mi, tu Señor. Yo no te
abandonaré jamás. Mi Sagrado Corazón te da Mi Paz”.
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