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Mi respuesta a unos amigos muy versados


Mi respuesta a unos amigos muy versados

                         

                        Por Eduardo Correa
Esto sucedió hace tiempo y es ahora cuando me ocupo de intentar una especie de respuesta a unos amigos versados que sostenían o sostienen (en verdad tengo algunos años que no he vuelto a verlos ni mucho menos intimar con ellos) la tesis de que mis poemas escritos en forma de rimas contenidas en cuartetos y sextetos no era poesía. Y yo nunca me hice eco de esos rumores ni siquiera cuando una vez uno de ellos me increpó, y me dijo: “Eduardo, por ahí dicen que tú eres poeta, ¿es cierto eso? Y en un tono medio vacilante, tal vez por la pregunta inesperada que pocas veces había escuchado, lo negué de modo radical: “No, hermano, de ninguna manera, ¿poeta yo? Que va, ¿y a quien se le ocurrió semejante despropósito? El amigo respondió sin mostrar interés alguno: “No sé, por ahí comentan”. Ya yo tenía alojado en mi cerebro lo que esta misma gente sostenía respecto de un amigo que todo el mundo le decía poeta y a quien cierta vez dijeron tajantes: “Mira, Echenique, no permita que se burlen suyo”, y eso por qué, respondió el interpelado. “Bueno, porque yo escucho que a usted le dicen poeta y no debe permitirlo, usted no es poeta, Echenique, se están burlando de su persona”. Por cierto que este hombre acostumbraba componer sus rimas y canciones y se defendía muy bien declamando hasta el punto de haber ganado alguna vez un festival de música llanera en Guanare llamado “El Festival del Silbón” en el renglón de la declamación con un poema titulado “El hijo de hacha y machete”, pieza costumbrista y jocosa.

Aunque mis amigos versados nunca aclararon su tesis y eso daba pie a que uno especulara. ¿Por qué sostienen eso? ¿Lo que uno escribe es muy rimado? ¿O será por el lenguaje usado? No puede ser, es el mismo idioma que usan todos, propios y extraños, y abundábamos: pero así escribe también fulano o zutano, y nos devanábamos los sesos buscando la razón. ¿O será por la medida? ¿La estructura? Y le dije a Echenique, que era mi compañero de lides, ¿por qué esos tipos dicen que tú no eres poeta? ¡Y hasta ganaste un festival! El hombre se limitó a expresar con cierta sonrisa: “No sé por qué lo dicen, Eduardo, pero de usted también lo sostienen”, y nos echábamos a reír. Yo usaba mis argumentos con mi amigo: “Sé de un eximio poeta que rima al igual que nosotros, Antonio Machado, el español, por ejemplo” fíjate: “El hombre para ser hombre/tiene que haber vivido/haber dormido en la calle/y a veces no haber comido/” “¿Y quién puede desconocer a ese poeta de fama y reconocimiento mundial? ¿Y a tantos otros destacados cuya rima es su fuerte?”, atestiguaba yo.

Hoy no he tenido una respuesta cierta sobre tal asunto, aunque yo mismo he cavilado y llegado a comprender, no que lo que yo escribo y rimo no sea poesía de esa que llaman fina, exquisita profunda y acabada, que de hecho no lo es ni se parece a mí ni lo que hago ni de cerca siquiera, y pienso más bien en el estilo y la forma, en lo métrico tal vez, ¿o será por lo  popular? Aquí les dejo una muestra mía: “Una muchacha vi ayer/y me quedé entusiasmado/tenía porte delicado y ternura de mujer/piel canela y tersa tez y ojos de lucerito/con un cuerpo muy bonito/imponente y esbelto/cuando mis ojos la vieron/me saltó el corazón/y me envolvió la pasión y el amor que adentro llevo/. . .  Y finalmente, ¿qué puede decirse del rey de la rima Gustavo Adolfo Becker, español, cuyo libro Rimas dio la vuelta al mundo?     
     

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