Hay desperdicios humanos
abundando por doquier
amargos como la hiel
y azotes como el verano.
Desperdicios inútiles y vanos
que crecen como plagas
recogiendo las migajas,
genuflexos y amargados.
Serviles y desgraciados
que se rinden sin pelear
y se entregan sin chistar
indignos y maltrados.
Son desperdicios humanos
parecidos a la gente
pero son indiferentes
y siempre andan rezagados.
Traidores sin menoscabo
reptiles como el que mas,
puñalean por detrás
al acecho y mal pagados.
Yo quisiera fusilarlos
y cortarles la cabeza,
hacer un montón con esas
prenderles fuego y quemarlos.
Autor: Eduardo Correa. -agosto de 1993-
abundando por doquier
amargos como la hiel
y azotes como el verano.
Desperdicios inútiles y vanos
que crecen como plagas
recogiendo las migajas,
genuflexos y amargados.
Serviles y desgraciados
que se rinden sin pelear
y se entregan sin chistar
indignos y maltrados.
Son desperdicios humanos
parecidos a la gente
pero son indiferentes
y siempre andan rezagados.
Traidores sin menoscabo
reptiles como el que mas,
puñalean por detrás
al acecho y mal pagados.
Yo quisiera fusilarlos
y cortarles la cabeza,
hacer un montón con esas
prenderles fuego y quemarlos.
Autor: Eduardo Correa. -agosto de 1993-
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