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"Creo en Dios Padre Todopoderoso", libro-poemario


“Creo en Dios Padre Todopoderoso”

 


Por Eduardo Correa

Credo
Creo en Dios Padre, Todopoderoso, creador del Cielo y de la tierra, y en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen”

“Nada te turbe”

“Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura”;
»

“Fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta”.


Por  Santa Teresa de Ávila



“…Y entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo y volcó las mesa de los cambistas y las sillas de los mercaderes”

Mateo, 21, 12



“Qué bello aquel paraíso
que nos diera el Señor
para vivir con amor,
humanidad y regocijo.
y no quisieron sus hijos
acatar la Ley Divina
trayendo así la ruina,
la soledad y el martirio”.




Índice


Aquel paraíso
Creo en Nuestro Señor
Destrucción
Ruego a Jesús
El mundo se va acabar
El dinero
Siempre optimista
Confesión
Vi una luz en el Cielo
Triste viajero
Dios ilumina mi vida
Oración
Carta al Padre Celestial
Yo no vendo mi conciencia
El final
El Cielo es más bonito




Aquel paraíso


Qué bello aquel paraíso
que nos diera el Señor
para vivir con amor,
humanidad y regocijo.
Y no quisieron sus hijos
acatar la Ley Divina
trayendo así la ruina,
la soledad y el martirio.

Ahora vivimos en vilo,
de sobresalto y dolor
con mezquindad y rencor
y con los peores designios,
el hombre se ve así mismo
engreído y arrogante
y se lleva por delante
al débil y al oprimido.

Ya no hay compañerismo,
lealtad ni pundonor
nos acosa la traición,
la maldad y el facilismo,
ni la sonrisa de un niño
nos trae la reflexión,
no hay acto de contrición
para salir del abismo.

Ojalá el Dios Divino
pueda darnos el perdón
y que en cada corazón
reine paz y optimismo.


Creo en nuestro Señor


Creo en Nuestro Señor
creador del universo,
creo en todo eso
y en su Poder Infinito,
creo en Jesucristo
y en la Virgen María
y en la sabiduría
de los Sagrados escritos.

Creo en lo bíblico
y en el Nuevo Testamento,
creo en el Gran Maestro
y en su Poder Divino,
creo en el hombre y el niño
y en nuestras castas mujeres,
creo en los santos quereres
y en el amor infinito.


Ruego a Jesús


Señor, dame la fe y la constancia
que requiero día a día
y dile a la Virgen María
que me honro en alabarla,
Jesús, quítame la arrogancia,
la inquina y el dolor
y llena de fe y de amor
mi vida y mi esperanza.

Que Tú Cielo sea la lanza
que llegue al corazón
llena de fe y de pasión
y que salve nuestras almas,
que Tú Palabra Santa
renueve todo Tú Credo
y en los jóvenes y viejos
perdure siempre la calma.

Señor, escucha mi voz que llama
con amor y regocijo
y que cree en los designios
y en Tú Trono que engalana.

                                                           Destrucción

El hombre sigue metido
en una loca carrera
desafiando las fronteras
la vida y hasta el destino,
crea la bomba de hidrógeno
y la solo Mata Gente
y hasta juega con la muerte
el caos y los designios.

Y en ese terco delirio
amenaza sin cesar
con una guerra nuclear
que conduzca al abismo,
aumentan los ecocidios
y contaminan las aguas
se extingue nuestra fauna
y vamos rumbo al extermino.

El hambre sigue su ritmo
y se enfrentan las naciones
el hombre siembra rencores
odios y egoísmos.,
¿A dónde van nuestros niños?
¿Nuestros hombres y mujeres?
¿Qué pasó con los quereres?
¿El amor y el cariño?

¿Dónde está el Dios Divino?
¿La Virgen y Jesucristo?
¿Dónde está mi Dios Bendito?
¿Dónde estás? ¿A dónde has ido?


El mundo se va acabar


El mundo se va acabar
quiérase o no se quiera
por eso antes que muera
voy a rectificar,
y me voy a dedicar
a sembrar el optimismo
y a esperar por los designios
de mi Padre Celestial.

Compartiré mi pan
con aquel que nada tenga
y aceptaré lo que venga
con toda tranquilidad,
rechazaré la maldad
y los malos pensamientos
gritaré a los cuatro vientos
mi pasión por los demás.

Combatiré sin piedad
la mentira del demonio
y lograr de ese modo
que florezca la Verdad,
                                                          al niño voy a cuidar
  al mendigo y al anciano
  y voy a estrechar mi mano
   a quien la quiera estrechar.


El dinero


Muchos buscan el dinero
a como diere lugar
y hasta llegan a matar
tan solo por obtenerlo,
los jóvenes y los viejos
obnubilan sus mentes
y en un estado inconsciente
marchan detrás del dinero.

Y la sociedad es reflejo
de todo lo material
desechan lo espiritual
lo humano y lo bueno,
el corazón está lleno
de ansiedad y descontento
porque buscando dinero
se llega rápido  a viejo.

Hay un camino cimero
con cierta dificultad
pero si logras llegar
vivirás en lo eterno,
y ese camino cimero
está cubierto de amor
donde no existe el dolor
lo inicuo ni el dinero.

Búscalo compañero,
busca con fuerza y ahínco
y hallaras el Paraíso
y ese será tu Cielo.


Siempre optimista


Entre triunfos y reveses
va mi vida personal
teniendo que enfrentar
los bastardos intereses,
y así mi vida crece
con tristezas y alegrías
esperando el gran día
en que triunfe para siempre.

Camino erguido y de frente
sin miedo y sin cobardía
y el lucero que me guía
alumbra cuando oscurece.

Con optimismo en la mente
va mi paso bien seguro
y cuando llegue mi turno
ya me verán sonriente,
creo siempre en la gente
mientras no cambien el rumbo
buscando la paz del mundo
como meta permanente.


Confesión


Confieso de corazón
que a mucho he renunciado
y en verdad me he apartado
de toda asociación.

Y me marché de los clubes
y he dejado el fervor
por los grupos y los gremios
que quitaban mi atención
de lo bueno y lo sagrado
y las Cosas del Señor.

He renunciado a los vicios,
a lo inicuo y lo inmundo
y al ejemplo vagabundo
que pone el Engañador,
he dicho sí al sacrificio
a la misa y la oración
y he dicho sí a la iglesia
y a Cristo Su fundador.

Me alejé de la maldad
y del juego pernicioso,
de lo fútil y envidioso
y la vana tentación.

En fin, he vuelto por el camino
que nos marca El Creador
que conduce a la vida
y nos da la Salvación.


Vi una luz en el cielo


Vi una luz en el Cielo
brillante y muy hermosa
y a pesar de su misterio
era tierna y candorosa,
aquella claridad Divina
formó un recinto de amor
y con imagen cristalina
¡de pronto apareció DIOS!

Esa figura Grandiosa
me hizo sentir rubor,
también esa luz hermosa
me llegó al corazón.

Me sentí maravillado
y más creció mi inquietud
al ver al PADRE alabado
en compañía de JESÚS,
mi alma sintió gratitud
y fue mayor mi alegría
porque con el Padre y Jesús
estaba la VÍRGEN MARIA.

La luz se iba extinguiendo
y el cielo se oscureció,
las imágenes se fueron
y mi alegría se terminó,
las figuras al marcharse
dijeron en coro Bendito:
-“Con Amor inquebrantable
habrá un mundo distinto”.


El triste viajero

Viajero de marcha larga
buscando un mejor camino
quien sabe si tu destino
será gris o de esmeralda,
aquel bus en la arrancada
dejó un pedazo de ti
y un suspiro quedó allí
con un pedazo de tu alma.

Tu Corazón palpitaba
con gemidos de dolor
pero el ruido del motor
casi no te delataba,
cuatro ruedas te llevaban
por caminos de esperanza
y carreteras de añoranza
van quedando entre la nada.

Se entrecruzan las miradas
los viajeros del mutismo
y al fondo se ve a un niño
con la mano sujetada,
señales amontonadas
con flechas de laberinto
muchas calles y mil caminos
paradas y arrancadas.


Dios ilumina mi vida



Dios ilumina mi vida
y guía todos mis pasos
y no hay un solo acto
en que Él no me dirija,
y así será mientras viva
en este mundo de dolor
porque solo su perdón
hará tranquila mi vida.

Y el camino que Él me diga
ese solo seguiré
y por el conseguiré
la hermosa luz divina,
es el Camino y la Vida,
es amor y es virtud
y proyecta siempre luz
por veredas sin espinas.

Elimina la intriga,
el rencor y la maldad
y quita la mezquindad,
el odio y la envidia,
Dios está en la familia
que reza y canta alegre
y donde nadie se pierde
si permanece unida.
                 
Dios ilumina mi vida
cada mañana y cada día,
trasmite mi alegría
y me da su mano amiga.

                                                            
                                               Oración

Líbranos, ¡Oh, Señor!, de la maldad
del egoísmo y el rencor,
líbranos del odio y el dolor
que acosa la humanidad,
salva a los niños de la crueldad,
de penas y sinsabores,
de inicuos acosadores
que lesionan su integridad.

Echa de la tierra a Satanás
y que perdure Tu Santa Obra
y haz que llegue la hora
de construir la hermandad,
líbranos, Oh, Padre, de la orfandad
y que vivamos felices
se borren las cicatrices
y ocupe un lugar la bondad.

Que perdure la dicha y la paz
y que todos seamos hermanos
y como fervientes cristianos
 cantemos henchidos de felicidad,
que impere la justicia y la caridad
en los hombres y mujeres
fuera los falsos quereres,
la envidia y la mezquindad.

Oh, Dios, líbranos de la iniquidad
e inyecta de nuevo Tu ser
 que llegue un nuevo amanecer
y resplandezca la Verdad.



Yo no vendo mi conciencia


Unos ofrecen villas y castillos,
yo sólo ofrezco amor
y aunque el oro brille amarillo
es más radiante mi sol,
otros confunden amor con dinero
y sólo escuchan halagos,
a mí me llena "un te quiero"
y el Dios Divino por Sabio.

Hay quienes se creen superiores
y ocultan lo pequeño del alma,
la razón le huye al mediocre
y al cuerdo lo acompaña la calma,
muchos anhelan riquezas
y piensan que ella es abrigo,
a mí me corre en las venas
la lealtad del amigo.

Voy por el mundo sonriendo
y tiendo mi mano sincera,
mi conciencia yo no la vendo
porque ella es mi fiel compañera,
de niño aprendí que el amor
es la meta más grande del mundo
y aquellos que sienten dolor
saldrán de ese abismo profundo.

La vida me enseñó que el error
debe perdonarse del todo
y como lo dijo el Padre Creador
"Ámense los unos a los otros...".


Carta al padre celestial


Valle de la Pascua, 2 de enero de 20015


Mi queridísimo Señor:


Hoy te escribo de nuevo, aunque soy consciente de que lo que voy a decirte ya Tú lo sabes, y lo hago solo por plasmar mi enorme gratitud, tan grande como tu Cielo, por haberme permitido vivir otra hermosa navidad y otro nuevo año junto a mi familia. Yo, que solo soy "polvo y ceniza", Tú me diste forma y figura, me creaste para vivir esta vida y que jamás podré pagarte tan inmensa gracia y favor. Y así como a mí, has creado y seguido creando personas bellas y hermosas muy cerca de mí, tan cerca que llevan mi misma sangre y mi misma hechura divina. Me has dado familia ascendiente, descendiente, directa e indirecta, esposa, hermanos y muchas otras personas afines y allegadas, que han marcado mi vida de modo tan significativo que cada vez me maravillo de tan grande y sublime realidad. ¿Y qué puedo hacer yo que no sea agradecerte, solo agradecerte esa singular genialidad Tuya?

Yo no te veo, pero siento, toco y percibo tu obra y grandeza y tu Amor. Soy tu hijo adoptivo, Padre. Eres Dios, Único y Vivo, Todopoderoso y rey de misericordia. Me perdonas a cada rato y toleras mis pecados y no escatimas en seguir dándome oportunidad de rectificación. Eres paciente y bueno y sé muy bien que abuso de esa Tu Bondad infinita. Y no son pocas las veces que me siento triste por no saber o querer corresponder tu infinito amor. Y es que por lo dicho te prometo, abrumado por tus gracias y favores, insistir en Tu perdón. Ya sabes, soy débil creatura, necia y pecadora que vive en un mundo donde reina la tentación y el pecado. También sé que Tú no me das un peso que no pueda soportar y vencer y de allí esa lucha a diario por no perecer totalmente en lo espiritual y pones a mi disposición Tu Misericordia para no hacerme sucumbir. ¿Por qué soy tan necio? ¿Por qué no puedo romper de una vez por todas con las cosas de este mundo? Tú me pides que viva en este mundo, pero que no me haga parte de él. Y caigo y Tú me levantas. Y vuelvo a caer y vuelves a levantarme. Y un día te cansarás y ya no volverás a hacerlo. Y yo seré el culpable por no rectificar de una vez y para siempre. Pero,  ¿sabes? Intentaré otra vez seguirte de veras y si esta vez lo digo y hago de corazón me perdonarás. Oh, Padre Celestial, Rey de reyes, lento para la cólera, en ti confío...gracias Padre Eterno...”Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, perdona nuestros pecados. . .”



El final


Se aproxima el final,
el caos y el sufrimiento;
los hechos serán violentos
y nadie podrá escapar,
las potencias sin dudar
desatarán una guerra
y crecerá la miseria,
la muerte y la iniquidad.

El llanto arropará
cada país y al planeta
se escucharán las tanquetas
y las bombas sonarán,
será una guerra nuclear
con armas de exterminio
y el hombre será maligno
lo mismo que Satanás.

Todo el mundo caerá
hombres, mujeres y niños
y quedarán los abismos
y una gran soledad.



El Cielo es más bonito



En el mundo en que vivimos hay cosas bonitas. ¡Y vaya que las hay! Campos verdes con flores multicolores, pájaros diversos de tamaños y estampas que llaman la atención por su belleza, al igual que con sus cantos, trinos y melodías. Árboles preciosos de todos los portes y formas, incluso tan altos y espigados que da la impresión de que se meten en las nubes y siguen creciendo. Pero con todo y eso, el Cielo es más bonito. ¡Qué hermosa luna, qué hermoso sol y que singulares e innumerables estrellas!, podría exclamar cualquiera, y además,  acomodados en el lugar justo y a la hora justa se muestran con asombrosa precisión. Y las luces que irradian y cubren las estancias, qué hermosas y confortables, además de necesarias e imprescindibles. Un sol fuerte y radiante hace que se busque cobijo, pero no pierde su impactante presencia. ¿Y quién no se siente conmovido en una tierna noche adornada con la tibieza de una luna llena? ¿Quién no se encanta con la naturalidad y belleza de un ocaso? ¿Y qué puede decirse de una mañana dulce y fresca con el lejano horizonte a punto de rallar el sol? Aun así, el Cielo es más bonito.  ¿Y quién es el que no se impresiona de grata manera al caminar por una playa extensa con las blanquísimas olas y las límpidas aguas del mar azul bañando y acariciando sus pies? Y al levantar la mirada contemplar un vasto mar que se pierde en la lejanía atravesando montañas impresionantes y ensenadas de múltiples formas. Y sin embargo, el Cielo es más bonito.

El mundo ha hecho comodidad y confort. Lujosísimos y confortables autos que se desplazan veloces por cómodas y amplias autopistas de dieciséis canales. Aviones bien diseñados y agradables por dentro que surcan el espacio y trasladan a los viajeros por continentes distantes. Igual, barcos y yates, deslumbrantes en su interior y provisto con todo lo que pueda satisfacer el gusto más exigente y difícil. No obstante, el Cielo es más bonito. Existen mansiones, castillos, palacios y casas que en su exterior exhiben las más diversas formas y en donde la arquitectura y la ingeniera más avezada han dejado su impronta y sus maravillas. Y en su interior, ni se diga. Todo es esplendor y exquisitez. Salas, dormitorios, cocinas y espacios varios adornados con las telas y vestidos más hermosos que alguien pueda imaginar y desear. Y equipos, indumentaria, cuadros pintados por pintores afamados y costosos. Algo paradisiaco, pues. Empero, el Cielo es más bonito.

Puede estarse en Las Vegas, en un teatro neoyorquino o parisense o en cualquier lugar del mundo. En Dubái, podría ser también, con el mar hecho piscina y rodeado con todo lo que pueda desear el mortal más acaudalado. Y donde el placer y la buena vida parecen eliminar las noches y los días. ¿Y qué decir de la música de Mozart o Beethoven y otros grandes, cuyos tonos, melodías y sonoridades exquisitas parecieran elevarnos a otros mundos? Pero, a pesar de todo lo descrito, el Cielo es más bonito…

Y alguien podría preguntar que cómo yo lo sé, y la respuesta resulta muy sencilla: Jesús, nuestro Señor, bien se sabe, vivió en este mundo y fue muerto ¡Y resucitó y subió al Cielo! Y además nos dijo que allá está Su Padre, que es nuestro Padre Celestial también. Y subió Elías, Enoc y nuestra queridísima Virgen María, todos ellos en cuerpo y alma. Y asimismo, han subido tantos y tantos benditos que sería prolijo enumerar, ¿Cierto? Y no debemos desestimar, ¡Cómo hacerlo!, la experiencia vivida por el apóstol Pablo que fue arrebatado a los Cielos, o sea, “subió y bajó” con el Poder de Dios, ¡Bendito seas, Señor!, y al ser requerido de su extraordinario viaje dijo que no podía describirse y agregó, además, que ojo humano alguno jamás había visto aquello tan maravilloso, tan hermoso y tan divino ¡Paradisiaco!, claro. Solo nos queda emularlos, ser como ellos, y subir, algún día, y cuando Dios lo quiera.
Que así sea.             



                                                     

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