Ir al contenido principal

A beber refresco y luego a morirse . . .


A beber refresco y luego a morirse


 ¿Quién no ha escuchado decir que tomar refresco es dañino para la salud? ¿Cuántos no han leído un tanto igual? Ah, pero siguen bebiendo gaseosas asiduamente, e incluso, algunos llegando al colmo de sustituir el agua por ellas. Es así, señores, a grandes rasgos. Ejemplo, las industrias de los refrescos no reportan pérdidas en el negocio y viven “contentos y felices como las lombrices”, y además de lo obvio, quien sabe si es también por el dicho popular aquel que reza “quien trabaja con agua no pierde”, solo que en este caso es agua envenenada y embotellada. Cuando mucho se oye decir: “El refresco engorda, no lo tomes porque pierdes tu figura”. Y es cierto, pero señores, existe muchísimo más que eso y más peligroso al punto que puede llevarnos a la tumba si no recapacitamos y tomamos conciencia. Veamos algunos aspectos científicos estudiados y que son de larga data, y si es que estos estudiosos del tema son capaces de hacerles reaccionar y tomar medidas en lugar de tomar refrescos.

“1. Asma: El benzoato de sodio que contienen las bebidas gaseosas es un preservativo, incrementa el sodio general de la dieta y reduce nuestra habilidad de absorber el potasio. Algunas reacciones al benzoato incluyen urticaria recurrente, asma y eczema. Al día, 11 estadounidenses mueren de asma y el costo del asma en E.U.A escala a más de 18 billones de dólares anuales.2. Problemas de riñones.Los refrescos contienen niveles altos de ácido fosfórico que se han asociado con cálculos renales y otros problemas de los riñones. Es mucho más probable que desarrolles cálculos renales si eres un hombre, blanco con mucho sobrepeso. 3. Exceso de azúcar.. 20 minutos después de beber una gaseosa, el nivel de azúcar en la sangre incrementa rápidamente causando una explosión de insulina. Tu hígado responde convirtiendo el azúcar en grasa. 40 minutos después, la absorción de cafeína termina. Las pupilas se dilatan, la presión sube, y cómo respuesta, el hígado lanza más azúcar a la sangre. 45 minutos después, el cuerpo incrementa la producción de dopamina, estimulando los centros de placer en el cerebro. Por cierto, la heroína trabaja de la misma manera”.

 “4. Enfermedades cardíacas. La mayoría de las gaseosas contienen jarabe de maíz alto en fructuosa, un endulzante que recientemente ha enfrentado muchas críticas. El jarabe de maíz alto en fructuosa se ha relacionado con un riesgo más alto de síndrome metabólico, una condición que se ha asociado con un riesgo más alto de sufrir diabetes y enfermedades cardíacas. En el 2006, más de una en cada 4 muertes fue causada por enfermedades cardíacas. 5. Complicaciones reproductivas. Las latas de refrescos tienen una cubierta de resina que contiene (Bisfenil-A), el mismo químico utilizado en botellas para bebé de plástico, botellas de agua y contenedores de plástico que arruinan el sistema endocrinológico, potencialmente causan pubertad prematura y anormalidades reproductivas y cáncer.6. Osteoporosis. Las gaseosas contienen ácido fosfórico y una dieta con altos niveles de fosfato se ha relacionado con el rompimiento de huesos y una probabilidad más alta de desarrollar osteoporosis. Cuando el fosfato es excretado a través de la orina, jala calcio consigo, así eliminando este mineral esencial del cuerpo. El 80% de las personas que son afectadas por la osteoporosis son mujeres.7. Diabetes Aquellas personas que beben gaseosas frecuentemente tienen un riesgo 80% más alto de desarrollar diabetes tipo 2. Aproximadamente el 10% de los costos médicos anuales en Estados Unidos, se deben a la diabetes”.

Ahora, díganme si después de haber leído todo esto sigue intacta la disposición de continuar “refrescándose” con esas bebidas mortales. ¿Y qué me dicen de los niños? ¿Se merecen ellos que por su inocencia y su falta de malicia se condenen a padecer lo descrito arriba? ¿Podemos ejercer nuestro rol y evitarlo?


Comentarios

Entradas populares de este blog

Una boda en el corazón del llano

Una boda en el corazón del llano                                 En memoria del Greco        Por Eduardo Correa       Era un día sábado, pero no recuerdo con exactitud la fecha y los años, aunque estimo que distan unos cinco lustros de algo que quiero contar. Ese día hice un viaje desde Acarigua, en el estado Portuguesa, a Valle de la Pascua, mi tierra natal. Era uno de esos tantos viajes que emprendía con cierta regularidad y que tenía como norte visitar a mi madre María Josefa, en su residencia habitual. Después de unas cinco horas de carretera ya estaba “aterrizando” en mi querido barrio Guamachal   y, como siempre sucede en el llano, al no más llegar salieron todos a recibirme con mi madre de primerita y con una   brillante y espontanea sonrisa que me “aflojó” el corazón rapidito y aumentó mucho más en cuanto nos abrazamos. Al ratito, y poco después de los saludos y abrazos de rigor, mi hermano Gregorio me dijo: “Que bueno que llegaste, pelón, porque tenemos una fie

¡Ya me estoy poniendo viejo!

¡Ya me estoy poniendo viejo! Por Eduardo Correa   El ancianito caminaba a duras penas por la acera y un joven se le acercó, diciendo: “Oiga, ¿para dónde la lleva por ahí, viejito? Y el hombre con sus años a cuestas le respondió viéndolo de reojo: “¿Y por qué me pregunta, mijito? “Bueno, quiero saber si puedo acompañarle”. Y sin detenerse en su lenta marcha respondió sin mirar de nuevo: “No, hijo nuestros caminos llevan rumbos distintos”. Y siguió sin inmutarse y sin desdén. ¿Qué quiso decir el buen hombre con eso de que eran distintos sus caminos? Muchas cosas. Incomprensibles quizás para los necios. Y es que viéndolo de otro modo, la edad adulta o mayor o anciana siempre han querido revestirla con metáforas y con aires poéticos no siempre alejados de tonos románticos. Por ejemplo, ¿Quién no ha escuchado referirse a “los años dorados? Y claro que también se habla de “Estar en una edad otoñal” para señalar a personas muy entradas en abriles, pero diciéndolo de mane

Bolívar: "¡Unión! ¡Unión! O la anarquía os devorará"

   Bolívar: “¡Unión! ¡Unión! O la anarquía os devorará”   Por Eduardo Correa La frase del título impacta, ¿cierto? Y es que hoy debe acudirse de nuevo al expediente del DIÁLOGO y revivirlo. Porque si de algo se está seguro es que una persona o grupo, por hábil que sea, no tiene el privilegio o el monopolio de la verdad o la razón y aunque esos elementos no estén exentos de ideas plausibles deben ser puestas sobre la mesa y sometidas al concurso de las mayorías de una manera creíble y que al final se tenga un resultado de las mejores posturas que satisfagan a todos –o a casi todos- y emprender así los caminos por donde la fuerza colectiva empuje hacia el mismo lado y se busquen los mismos horizontes. Y más que nunca deben dejarse de lado las posiciones personalistas o grupales y abrirse a la discusión que debe ser la insignia que marquen estos tiempos que nos toca vivir. Porque, de veras, no se trata de la supremacía de un partido o de un grupo o de cualquier sector por muy