Pero Jesús dijo: -"Yo te formaré y te enseñaré". Le contesté: -"pero si yo no sé nada de nada". Él me replicó: -"Yo te he elegido porque no tienes ninguna autoridad y no eres nada. A través de tu nada, Yo revelaré Mi Grandeza. A través de tu miseria, Yo mostraré Mi misericordia, y a través de tu fragilidad, Mi fuerza. Permanece nada, así Yo podré ser todo. Yo no quiero un rival. Muere a ti misma, a fin de que Mí espíritu te aliente. Bórrate a ti misma, de forma que solamente Yo pueda ser visto. Yo te he elegido, incapaz para esta tarea, desvalida y pequeña, sin prestigio, para manifestar, a través de ti, Mi Amor Apasionado. Mi iglesia necesita una renovación. Yo vengo a consolidar Mi Iglesia, por eso permíteme utilizarte".
Diariamente era llamada bajo un dictado Divino. El Señor siempre pedía permiso: -"Me permites usar tu mano. Me permites usar tu tiempo". Él nunca me forzaba. Con mi permiso Él comenzó a despegarme de todo aquello que Le había sustituído. Mis primeras lecciones fueron a prender a amarle. Él sólo quería revelar Su Corazón, y cuando vi las profundidades de su amor por todos nosotros, así como todas las heridas que todavía le inferimos, yo no pude más que rendirme y amarle. El Señor me pidió que me apoyara en Su Corazón, precisamente como San juan. Cuando San Juan se apoyó en Su Corazón, Él le dio el coraje para estar con Jesús bajo Su Cruz.
El Señor me mantuvo escondida, enseñándome y dictándome, durante tres años. Yo estaba sola. No tenía a nadie que me aconsejara. Jesús me explicaba los problemas de la iglesia. También me explicaba parte de las Escrituras, como por ejemplo Apocalipsis 11, 12- 13- 21-22.
Entonces, exactamente después de estos tres años, el Señor me empujó para salir al público. Yo no tenía ni la menor idea de que los mensajes fueran Ecuménicos ni que estuvieran imbuidos de las enseñanzas del Espíritu Santo. Yo había recibido nueve profecías acerca de Rusia, de las cuales una se había cumplido.
El otro gran asunto que Jesús estaba trayendo es la unidad, y esto es lo que hoy les voy a leer. Voy a tomar directamente Sus palabras exactas, que se han impreso y de las que pienso tienen copias. Únicamente tomaré extractos porque la totalidad de los mensajes son demasiado largos.
He aqui uno de sus mensajes: -"Diles que aquel que mantiene ser justo y, sin embargo, permanece dividido, comerá del fruto que ha sembrado y va a perecer. Diles también cómo aborrezco los corazones falsos, sus solemnidades y sus discursos Me aburren. Diles cómo vuelvo la cara a su orgullo y rigidez; su juicio parece de verdad importante e impresionante para los hombres, pero no para Mí. No puedo felicitar a una iglesia moribunda, próxima a la putrefacción. Di a los que quieren oír que: a menos que bajen sus voces nunca oirán la Mía. Si bajan sus voces, entonces empezarán a oír la Mía y así harán Mi Voluntad (Cuaderno 55, 7.10.91).
Soy Uno y, sin embargo, cada uno de ellos hicieron un Cristo suyo. Yo soy la Cabeza de Mi Cuerpo y, no obstante, lo único que veo son sus cabezas, y no la Mía. Diles que agachen sus cabezas y verán la Mía; diles que se inclinen un poco a si mismos para que pueda elevarlos hacia Mí. Di a todos que Yo estableceré Mi Reino en medio de la pobreza. Esos mismos que tienen tiempo para oír Mí Espíritu, adorarme y hacer Mí Voluntad; !en ellos se regocija Mí Alma!". (Cuaderno 55, 7.10.91).
"esta fortaleza que han levantado para dividiros está ya condenada por Mí. Esto es lo que has de enseñarles a creer y a persuadirles a hacer. En cuanto a aquellos que continúan divididos en cuerpo y alma, diferenciándose bajo Mi Santo Nombre, les digo como he dicho a la Iglesia en Sardís (Ap. 3): tenéis fama de estar vivos a los ojos del mundo, pero no a los ojos de vuestro Hacedor; revivid lo poco que os queda; está muriendo rápido y donde está el cadaver se reunirán los buitres.
!Uníos!
!Juntaos!
!Invocad Mi Nombre juntos!
!Consagrad Mi Cuerpo y Mi Nombre juntos!
!No persigáis el Camino!
Humillaos e inclinaos para poder uniros y glorificarme. Habláis del Espíritu, pero no actuáis en el Espíritu. !Habláis del Camino, pero ocupáis el primer puesto para obstruirlo! !Qué poco Me conocéis...! Gritáis Mi Nombre y, sin embargo, asesináis a Mis Hijos entre el santuario y el altar. Yo os digo solemnemente que todo esto os será presentado el día del Juicio.
¿Podéis sinceramente decirme cara a cara: -"estoy reconciliado con mis hermanos"?¿Podéis vosotros decir sinceramente: "no me he diferenciado entre mis hermanos bajo Tu Santo Nombre, les he tratado como mis iguales"? Cuando presentéis vuestro caso ante Mí os diré entonces en vuestra cara: -"Fuera de aqui. No habéis tratado a vuestros hermanos como a iguales, diariamente habéis masacrado Mi cuerpo. ¿Dónde está vuestro triunfo? !Cuando Yo estaba construyendo, vosotros estabáis derribando; cuando Yo estaba reuniendo, vosotros estabáis dispersando, mientras Yo estaba uniendo vosotros estabáis dividiendo! A pesar de todo, incluso hoy, si venís a Mí tal y como sois, Yo puedo sanaros, puedo transfiguraros y vosotros Me glorificaréis". (Cuaderno 55, 14. 10.91).
"...estoy tratando de abrirme paso a través de vuestra sordera para salvaros. Y si os hago reproches se debe al Enorme Amor que Yo tengo por vosotros.
...Diles que el Corazón del Señor es Amor y que el Corazón de la Ley está basado en el Amor. Di a Mi gente que no quiero administradores en Mí Casa. Ellos no serán justificados en Mí Día, porque son ésos mismos los que han industrializados Mi Casa. Os he enviado Mi Espíritu para que viva en vuestros corazones. Esta es la razón por la que el Espíritu que vive en vosotros os mostrará que Mí Iglesia será reconstruida dentro de vuestros corazones y así os reconoceréis uno al otro como vuestro hermano en vuestro corazón". (Cuaderno 55, 14.10.91)
Y Jesús pregunta: ¿Voy Yo, hermano, otra estación más a soportar el dolor que he estado padeciendo años tras años? ¿O Me daréis descanso esta vez? ¿Voy a beber una estación más la copa de vuestra división? ¿O daréis descanso a Mi Cuerpo y unificaréis en consideración a Mí la Fiesta de la Pascua? Unificando la fecha de la Pascua, tú aliviarás Mí Dolor, hermano, y te regocijarás en Mí y Yo en ti; y habré restablecido la vista a muchos. (Cuaderno 55, 14.10.91). Continuará.
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