Ayer me sentí muy feliz. . .
Por Eduardo Correa
Disculpen la alusión personal, pero ayer me
sentí muy feliz, y que conste que yo no moví ni un ápice en función de ello.
Siempre he llegado a pensar y sobretodo a creer que alguien allá arriba me dijo
desde mi adolescencia: "Serás muy feliz y te alimentaras de letras y
palabras". Y en cierto modo así ha sido aunque pueda parecer muy
presuntuoso y ayer, como digo, fue otro de esos días bonitos en que me alimente
y comí de lo lindo y ya pueden imaginar cual fue mi menú especial.
Estaba de
cumpleaños y recibí gustoso el manjar de mi predilección. Fueron llamadas
telefónicas, cartas, textos y palabras hermosas que me enviaron por doquier. Y fíjense,
no llegué a hartarme jamás, de todos lados de Venezuela y de otros países
vinieron o llegaron platos exquisitos de esa comida que aludo.
Y como ya expuse, no hice nada en absoluto y no
moví un dedo. Solo funcionó esa entidad que poseo que se conoce como el
"YO", nada más. Y no puedo menos que agradecer a todos mis amigos,
incluidos mis familiares, por haberme alimentado de esa singular manera en el
día fabuloso de ayer.
Y sepan que no ha sido "pan" para un día sino
que llené mis alforjas por si alguna vez me visita la escasez. Jamás podré
olvidar a todas esas personas que tuvieron el gentil acto de ofrecerme ese
elixir maravilloso en forma de palabras que significaron mucho hasta ver en
ellas corazones reflejados y almas vivas. Todo lo pude deglutir con éxtasis que
satisfizo enormemente mi paladar y mi estómago intelectual. Ese mismo "yo"
del que hablo se siente colmado por esos actos sublimes y tan lindos de todos
ustedes. !MUCHAS GRACIAS MIS AMORES! . .
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