JESÚS EN EL
SANTÍSIMO SACRAMENTO. . .
Por Eduardo Correa
Lamentaba el Señor con su armada sierva Santa Margarita de
Alacoque de la ingratitud con que los hombres lo trataban en este sacramento de
amor, y mostrándole su sagrado Corazón en trono de llamas circundado de espinas
y con la cruz en lo alto, para dar a entender la amorosa presencia del mismo
Cristo en la Eucaristía, le dijo: "Mira este corazón, que tanto ha
amado a los hombres, y que nada ha omitido, ni aún el anonadarse, para
demostrarles su amor, pero en reconocimiento no recibo más que ingratitudes de
la mayor parte de ellos, por las irreverencias y desprecios con que me tratan
en este sacramento. Y lo que más deploro es que así lo hacen las almas que me
están especialmente consagradas".
“No van los hombres a conversar con Cristo porque no le aman.
!Recreánse largas horas hablando con un amigo y les causa tedio estar breve
rato con el Señor! Cómo ha de concederles Jesucristo su amor? Si antes no
arrojan del corazón sus afectos terrenos, ¿cómo ha de entrar allí el amor
divino?”
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