La olla perdida
Por Eduardo Correa
Se ha perdido una
olla
difícil de encontrar
y el que la
ayude a buscar
hará una buena obra,
y esa perdida joya
la buscan tirios y
troyanos
y desde tiempos
lejanos
ha dejado solo
sombras.
La busca el negro, nativo
y blanco
los chicos y hasta
los grandes
también el triste
niño
con un lamento
peregrino
convertido en llanto.
Oh, Dios Divino y
Sacro
devuelve la olla mía
con la ayuda de
María
y la del Espíritu
Santo,
traedla llena y con
usos varios
que coman todos los
invitados
los conocidos y los
extraños
que coma el rico y
sus aliados.
Y por supuesto todos
los pobres
y que nadie llore
con ningún
quebranto.
Oh, mi Dios Bueno y
caro
trae la olla hoy
sin paso de morrocoy
y con tu mensaje
santo,
traedla sin dilación
sin contar las horas
y que se llene la
olla
con tu oración.
traedla, Oh, Señor
traed con creces
y recuerda los peces
y su multiplicación.
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