A beber refresco y luego a morirse
Por Eduardo Correa
¿Quién no ha escuchado decir que tomar refresco es dañino para la salud?
¿Cuántos no han leído un tanto igual? Ah, pero siguen bebiendo gaseosas
asiduamente, e incluso, algunos llegando al colmo de sustituir el agua por
ellas. Es así, señores, a grandes rasgos. Ejemplo, las industrias de los
refrescos no reportan pérdidas en el negocio y viven “contentos y felices como
las lombrices”, y además de lo obvio, quien sabe si es también por el dicho
popular aquel que reza “quien trabaja con agua no pierde”, solo que en este
caso es agua envenenada y embotellada. Cuando mucho se oye decir: “El refresco
engorda, no lo tomes porque pierdes tu figura”. Y es cierto, pero señores,
existe muchísimo más que eso y más peligroso al punto que puede llevarnos a la
tumba si no recapacitamos y tomamos conciencia. Veamos algunos aspectos
científicos estudiados y que son de larga data, y si es que estos estudiosos
del tema son capaces de hacerles reaccionar y tomar medidas en lugar de tomar
refrescos.
“1. Asma: El
benzoato de sodio que contienen las bebidas gaseosas es un preservativo,
incrementa el sodio general de la dieta y reduce nuestra habilidad de absorber
el potasio. Algunas reacciones al benzoato incluyen urticaria recurrente, asma
y eczema. Al día, 11 estadounidenses mueren de asma y el costo del asma en
E.U.A escala a más de 18 billones de dólares anuales.2. Problemas de
riñones.Los refrescos contienen niveles altos de ácido fosfórico que se
han asociado con cálculos renales y otros problemas de los riñones. Es mucho más
probable que desarrolles cálculos renales si eres un hombre, blanco con mucho
sobrepeso. 3. Exceso de azúcar.. 20 minutos
después de beber una gaseosa, el nivel de azúcar en la sangre incrementa
rápidamente causando una explosión de insulina. Tu hígado responde convirtiendo
el azúcar en grasa. 40 minutos después, la absorción de cafeína termina. Las
pupilas se dilatan, la presión sube, y cómo respuesta, el hígado lanza más
azúcar a la sangre. 45 minutos después, el cuerpo incrementa la producción de
dopamina, estimulando los centros de placer en el cerebro. Por cierto, la
heroína trabaja de la misma manera”.
“4. Enfermedades cardíacas. La mayoría de las gaseosas contienen jarabe de maíz alto en
fructuosa, un endulzante que recientemente ha enfrentado muchas críticas. El
jarabe de maíz alto en fructuosa se ha relacionado con un riesgo más alto de
síndrome metabólico, una condición que se ha asociado con un riesgo más alto de
sufrir diabetes y enfermedades cardíacas. En el 2006, más de una en cada 4 muertes
fue causada por enfermedades cardíacas. 5. Complicaciones
reproductivas. Las latas de refrescos tienen una cubierta de
resina que contiene (Bisfenil-A), el mismo químico utilizado en botellas para
bebé de plástico, botellas de agua y contenedores de plástico que arruinan el
sistema endocrinológico, potencialmente causan pubertad prematura y
anormalidades reproductivas y cáncer.6. Osteoporosis. Las
gaseosas contienen ácido fosfórico y una dieta con altos niveles de fosfato se
ha relacionado con el rompimiento de huesos y una probabilidad más alta de
desarrollar osteoporosis. Cuando el fosfato es excretado a través de la orina,
jala calcio consigo, así eliminando este mineral esencial del cuerpo. El 80% de
las personas que son afectadas por la osteoporosis son mujeres.7.
Diabetes Aquellas personas que beben gaseosas frecuentemente
tienen un riesgo 80% más alto de desarrollar diabetes tipo 2. Aproximadamente
el 10% de los costos médicos anuales en Estados Unidos, se deben a la
diabetes”.
Ahora, díganme si después de haber leído todo esto sigue intacta la
disposición de continuar “refrescándose” con esas bebidas mortales. ¿Y qué me
dicen de los niños? ¿Se merecen ellos que por su inocencia y su falta de
malicia se condenen a padecer lo descrito arriba? ¿Podemos ejercer nuestro rol
y evitarlo?
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