El
dar y el pedir
Por
Eduardo Correa
El dar nunca se acaba
porque el pedir es infinito
y aquel que siempre pide
siempre quiere otro poquito,
pide la anciana humilde
pide el pobre niñito
chupa la sangre del pueblo
el empresario y el político.
Pide el mendigo harapiento
aunque sea un poquitico
de cariño y de pan
de comida que es lo mismo,
pide quien nunca ha pedido
pero no le pide al rico
porque sabe que es probable
que le niegue su pedido.
Pide la novia sedienta
pide y pide con ahinco
que la lleven al altar
y la llenen de besitos.
Pide la madre olvidada
de cariño un tantito
del mismo que ella dio
sin rencor ni egoísmo,
pide el enfermo alivio
y el hambriento pide a gritos
que le devuelvan lavida
y le den su paraíso.
Y el pedir es un camino
que llega al Cielo Bendito
pidiéndole a Dios y a María
pidiéndole a Jesucristo.
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